domingo, 18 de abril de 2021

FILOSOFÍA IGNORADA (2021)

El artículo del profesor Jaime Nubiola titulado Pragmatismos y relativismo: C.S. Peirce y R. Rorty, concluye con varias consideraciones muy importantes, pero una que me ha gustado especialmente es la siguiente: “La razón de cada uno es camino de la verdad, pero las razones de los demás sugieren y apuntan a otros caminos que enriquecen y amplían nuestra comprensión”.

Pienso que es una afirmación con la que todos deberíamos conciliar nuestro propio pensamiento, es decir, todos deberíamos darnos cuenta de que cada uno piensa con toda su buena voluntad, o al menos, debemos esperar que así sea si de verdad queremos avanzar en nuestro conocimiento de la realidad. Tenemos que poder considerar los razonamientos, conclusiones y afirmaciones de otros filósofos al menos como “considerables”, si es que queremos realmente entenderlas.

Nos ponemos objetivos diferentes, utilizamos métodos distintos, nos valemos de nuestras facultades de forma diferente; pero en el fondo todos nosotros buscamos lo mismo, aunque a veces nos sintamos enfrentados y se nos llene la mente de sentimientos de rechazo y enemistad. Todos buscamos la verdad, somos filósofos.

Creo que a veces nos olvidamos de esto mismo, y nos perdemos en argumentaciones, refutaciones y clasificaciones de los otros, sin darnos cuenta de que esto no es lo que realmente queremos hacer. Por eso mismo me parece importante la cuestión sobree la definición de la palabra “Filosofía”, pues es un tema que prácticamente todos los filósofos han tratado y es crucial para entender nuestra disciplina.

Si preguntáramos a los antiguos filósofos griegos, sabemos que ellos nos dirían que la φιλοσοφία es el amor a la verdad o a la sabiduría. Pero esto no nos resuelve del todo la pregunta, porque no todo lo que busca la verdad es un filósofo. Si entendemos por verdad la relación de adecuación entre lo pensado o propuesto y la realidad, entonces no toda búsqueda de verdad es filosofía. Se puede ver que esto es cierto pensando en el siguiente ejemplo: cuando vamos a subir un escalón, subimos el pie, y al bajarlo esperamos que nuestro pie entre tarde o temprano en contacto con el suelo o el escalón. Por tanto, nuestro pie baja buscando el momento en el que toque el suelo para poder apoyarse, busca la altura a la que se encuentra el escalón. Pero el hecho de buscar el escalón, aunque es una búsqueda de adecuación entre nuestro pensamiento (que hay un escalón sobre el que se puede apoyar nuestro pie) y la realidad (el escalón), no es filosofía.

El ejemplo anterior no es nada especial ni pretende ser completamente serio, pero sirve para darnos cuenta de algo: la simple búsqueda de la verdad como adecuación pensamiento-realidad no es lo que llamamos filosofía.Si la búsqueda de verdad es inconsciente, esa actividad no es filosofía. Un robot aspirador, por mucho que busque la adecuación del plano que él tiene guardado en su memoria con las paredes y muebles de la habitación real, nunca estará haciendo filosofía. ¿Por qué? Pues creo que sobre esto son muy acertadas las palabras de Simon Blackburn: “Philosophy is what happens when a practice becomes self-conscious” .

Si la búsqueda de la verdad no es consciente, no es filosofía. Es decir, el filósofo es consciente de su búsqueda, y no solo eso, pues ya los griegos nos habían dicho que la filosofía es el amor a la sabiduría. Por tanto, parece que la filosofía es buscar la sabiduría como algo amado, y hacerlo de manera consciente.

Por otra parte, nos podemos encontrar también con definiciones que apuntan en una dirección un tanto distinta, como la que da Bertrand Russell : “philosophy is merely the attempt to answer (…) ultimate questions, not carelessly and dogmatically, as we do in ordinary life and even in the sciences, but critically after exploring all that makes such questions puzzling, and after realizing all the vagueness and confusion that underlie our ordinary ideas”.

Quizá Russell tenga razón en esto, y sea cierto que la filosofía se ocupa principalmente de las preguntas “últimas”, pero yo creo que es algo más. A mi modo de ver la cuestión, la filosofía es la expresión y el desarrollo del reconocimiento de la propia inocencia e ignorancia. Es una actividad que, además, no debe ser llevada a cabo en solitario, sino que se enriquece exponencialmente conforme la vamos compartiendo con otros. Es una manifestación de curiosidad, de asombro, quizá incluso una muestra de respeto y admiración hacia la realidad, una afirmación.

Creo que no debemos rechazar la curiosidad pura que en nuestra infancia fue el germen de lo que ahora hemos convertido en carrera y profesión. No debemos dejar de intentar sistematizar, pero tenemos que dejar de convertirnos en sistemas nosotros mismos. No podemos dejarnos convertir en máquinas que solo buscan respuestas y formulaciones lógicas. Tenemos que poder disfrutar del no saber algunas cosas, para poder disfrutar también de aquellas que sí sabemos. Solo así podremos amar la sabiduría.

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